La Federación ASEM presenta el estudio “Beneficios de las terapias físicas en personas con enfermedades neuromusculares”. El objetivo principal ha sido analizar, desde la perspectiva del paciente, el impacto de la interrupción o ausencia de terapias rehabilitadoras en la calidad de vida de personas diagnosticadas con enfermedades neuromusculares (ENM) durante el COVID-19, así como identificar quién prescribe y proporciona estos tratamientos y las dificultades de acceso según el entorno de residencia.
El estudio, basado en una encuesta a 445 personas adultas con ENM residentes en España, revela que el 81% recibía terapias rehabilitadoras antes del confinamiento, principalmente fisioterapia, terapia respiratoria y acuática, prescritas mayoritariamente por neurólogos y fisioterapeutas del sistema público, aunque la prestación se realiza sobre todo en el ámbito privado, asumiendo los pacientes el coste.
Los resultados muestran que la interrupción de las terapias durante el confinamiento supuso un descenso medio de 20 puntos en la calidad de vida, especialmente en movilidad, autonomía y control del dolor. Además, quienes no recibían terapias antes ni durante el confinamiento reportaron la peor calidad de vida. El 60% de los participantes considera que las terapias físicas son fundamentales para mantener o mejorar su bienestar, subrayando la necesidad de garantizar el acceso continuado a estos tratamientos.