Seguimiento ginecológico y enfermedades neuromusculares

Empezar un seguimiento ginecológico puede ser complicado cuando se tiene una enfermedad neuromuscular. Las consultas no siempre son accesibles, es difícil encontrar profesionales sensibilizados con la discapacidad, se prioriza el seguimiento médico de las  funciones «vitales»… Hay muchas barreras que limitan el acceso de las mujeres con una  enfermedad neuromuscular a este seguimiento imprescindible. Gracias al seguimiento  ginecológico se puede obtener tanto información fiable, como consejos sobre sexualidad y prevención de enfermedades de transmisión sexual. Además, permite el acceso a métodos anticonceptivos adaptados a las necesidades individuales, que pueden ser especiales en el caso de una enfermedad neuromuscular, y a las pruebas de detección de cáncer de útero y de mama.

El seguimiento ayuda a tratar o a aliviar los síntomas ginecológicos (dolores abdominales, reglas abundantes, molestias genitales…) a veces acentuados a causa de la enfermedad neuromuscular. Crea, asimismo, un espacio para el diálogo con un profesional de la salud,  matrona o ginecólogo, sobre temas personales de las mujeres que acuden a consultar. Este texto describe en qué consiste el seguimiento ginecológico, su importancia en las  enfermedades neuromusculares y los puntos importantes que hay que conocer para que este seguimiento sea adecuado.