Recursos Educativos

El proceso de formación y educación se completa en gran parte de los casos con el acceso a la educación superior, y la entrada en la Universidad. Si bien es cierto que la normativa falla a la hora de regular adecuadamente la atención a la diversidad en este nivel educativo, es fehaciente el esfuerzo que las instituciones de educación superior están realizando para acoger y garantizar la inclusión del alumnado con diversidad funcional.

En este sentido, prácticamente la totalidad de las universidades públicas españolas y muchas de titularidad privada cuentan con servicios o unidades específicas de atención a la diversidad. A través de las mismas, se ofrecen diferentes medidas, programas y ayudas para garantizar la real y completa inclusión de los estudiantes con diversidad funcional, entre ellos, los/as jóvenes con Enfermedades Neuromusculares.

En este apartado se refleja la información más importante a considerar durante el proceso de acceso y formación en la universidad, teniendo en cuenta que pueden depender y estar condicionadas por diferentes reglamentos autonómicos o de las propias universidades.

Como se ha comentado, existe un gran vacío legal en todo lo que tiene que ver con la inclusión del alumnado universitario con diversidad funcional. La falta de orientación y acciones específicas hace que este grupo se encuentre con dificultades durante todo el proceso, incluyendo las pruebas de acceso a la educación superior.

Si ya de por sí la entrada a la universidad constituye un cambio importante, en el caso concreto de las personas que tienen una enfermedad neuromuscular puede suponer un momento de elevado estrés, con importantes y constantes cambios, adaptaciones a nuevas situaciones y retos, así como incertidumbres personales acerca de la propia evolución de su condición de salud. La ausencia de un acompañamiento y orientación durante el proceso, y los posibles temores (tanto personales como de la propia familia) pueden hacer que esa persona desista en su intento de comenzar estudios universitarios o abandone en los primeros momentos.

El selectivo o las pruebas de acceso a la universidad suponen un reto y un factor de estrés para cualquier persona, a nivel general. Si a esto sumamos que existen todavía ciertas dificultades para la realización de los exámenes y sus adaptaciones, y que los estudiantes con diversidad funcional deben realizar las pruebas en una facultad distinta a la de sus compañeros/as, la tensión y carga mental se ven acentuados.

Aunque la gestión de los exámenes de acceso a la Universidad está descentralizado y son las respectivas Conserjerías de Educación de cada Comunidad Autónoma quienes establecen los requisitos, normas y los medios, en general, existe una falta en la igualdad de oportunidades para el alumnado con diversidad funcional. En muchas ocasiones encuentran dificultades para contar con las adaptaciones y recursos necesarios, formas y tiempos ajustados a sus necesidades concretas, lo que los sitúa en una condición de desventaja con respecto a sus compañeros/as.

Es importante que las personas con enfermedades neuromusculares que quieran acceder a la educación superior y realizar las pruebas correspondientes conozcan sus derechos, la normativa vigente en ese año y realicen la solicitud correspondiente a través de la Comisión Interuniversitaria de su Comunidad Autónoma.

En general, se debe garantizar lo siguiente:

  • La Conserjería correspondiente, a través de su comisión interuniversitaria, promoverá las acciones necesarias para que el alumnado con discapacidad pueda realizar los ejercicios de las Pruebas de Acceso a la Universidad en condiciones de igualdad.

  • Se podrán articular las siguientes medidas:
    • Adaptación de los tiempos
    • Elaboración de modelos especiales de examen
    • Puesta a disposición de los medios materiales y humanos, apoyos, asistencias y productos de apoyo que se precisen para la realización de la prueba.
  • Contar con una infraestructura en aulas y edificios totalmente accesibles y sin barreras, tanto a los espacios físicos, como al transporte y a la comunicación y acceso a la información.

  • La determinación de los medios de apoyo estará basada en las adaptaciones curriculares que cada estudiante con discapacidad ha requerido en la formación secundaria y/o profesional.

No obstante, el tribunal de las pruebas podría requerir informes y la colaboración de los órganos técnicos competentes en el ámbito de la orientación educativa.

Para poder utilizar estos apoyos y adaptaciones, es necesario realizar una solicitud formal en el proceso de inscripción a las pruebas selectivas.

Normalmente, esta solicitud se realiza a través del Departamento de Orientación del centro educativo en el que el estudiante esté cursando bachillerato o un ciclo formativo, quienes también deben emitir un informe justificando las necesidades de dichos apoyos y adaptaciones. Además, se suele solicitar el certificado oficial de discapacidad de la persona.

Es importante consultar los plazos de presentación de esta solicitud para no quedarse fuera del proceso, así que se recomienda consultarlo con los mencionados Departamentos de orientación de los centros durante el primer trimestre del curso.

Una vez realizado este proceso, la Comisión Interuniversitaria comunicará oficialmente toda la información sobre el desarrollo de las pruebas así como las instrucciones específicas para aquellos estudiantes con discapacidad que hayan solicitado las adaptaciones correspondientes.

Según el “V Estudio Universidad y Discapacidad” realizado por la Fundación Universia en el año 2021, los datos reflejan que “en el curso 2019-2020, se registraron 19.919 estudiantes con algún tipo de discapacidad matriculados en la universidad (1,5% del total de estudiantes matriculados en este mismo curso). Un total de 12.024 estudiantes con discapacidad cursan sus estudios en universidades que imparten la enseñanza de manera presencial (siendo el 1,0% del total de estudiantes), y 7.886 (5,6%) de los estudiantes eligieron la modalidad a distancia.” Además, según el tipo de discapacidad, “la mayoría de estudiantes matriculados presenta una discapacidad física u orgánica (30,4%), seguida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo (11,8%), las personas con discapacidad sensorial (10%) y, por último, las personas con discapacidad psicosocial o relacionada con salud mental (3,9%), aunque para el 44% no consta el tipo de discapacidad.”

No contamos con datos específicos referidos al número de personas con enfermedades neuromusculares que se encuentran estudiando actualmente en una universidad pública o privada. No obstante, sí es notable la preferencia por la modalidad a distancia en relación con la modalidad presencial, teniendo en cuenta la mayor facilidad para el seguimiento de los estudios que ofrece la primera opción.

Según la carrera y la institución universitaria elegida (pública o privada), las personas con discapacidad pueden solicitar varios servicios, becas y/o medidas de adaptación que faciliten su paso por la misma.

De esta forma, en el documento que elabora la Fundación Universia cada curso: “Guía de atención a la Discapacidad”, se expone toda la información sobre los procesos de atención a la universidad de las instituciones españolas. En la última guía publicada (curso 2020-2021), se incluye una relación de 80 universidades de España, con la información completa y el contacto de sus respectivas Unidades de Atención a la Diversidad. En este documento, además se ofrece información sobre la dotación de servicios, materiales y programas de cada institución, dirigidos especialmente a este grupo de estudiantes.

A modo de orientación y para que los futuros o actuales estudiantes universitarios con alguna enfermedad neuromuscular conozcan las posibilidades que pueden encontrar en la Universidad, se enumeran los diferentes recursos y medidas adaptativas a su disposición:

  • Adaptaciones curriculares

  • Enseñanzas de especial atención a la discapacidad

  • Jornadas y cursos orientados a la discapacidad

  • Cuota de reserva de plazas

  • Exención total de pago de tasas

  • Procedimiento de acogida y orientación nuevo ingreso

  • Becas y ayudas propias de la universidad

  • Accesibilidad digital

  • Accesibilidad en espacios y edificios

  • Materiales educativos accesibles

  • Programas de voluntariado

  • Asesoramiento específico a estudiantes en materia de salud mental

  • Apoyo a estudiantes con necesidades educativas especiales (altas capacidades, dislexia, TDAH)

  • Acciones de orientación e intermediación laboral

  • Acciones de fomento del emprendimiento

  • Proyectos de I+D aplicados a la inclusión

  • Plan de formación en materia de discapacidad para el profesorado

No obstante, esta guía se actualiza cada curso, por lo que se remite al lector/a a consultar directamente en la página web de la fuente:
fundacionuniversia.net/es/orientacion.html