La Federación Española de Enfermedades Neuromusculares (Federación ASEM) se ha sumado a la campaña #PorUnDíaComoTodos, puesta en marcha por la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), a la que pertenece, para pedir compromiso político y social para asegurar apoyos, educación y empleo en igualdad de condiciones.
Coincidiendo con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora cada 3 de diciembre, desde la confederación reclaman un calendario sin desigualdades para los 2,5 millones de personas con discapacidad, entre las que se incluyen las más de 60.000 con enfermedad neuromuscular.
“Queremos un día a día como el de cualquiera”, han reclamado desde el movimiento asociativo, cuyo deseo es dejar de celebrar este tipo de efemérides porque significará que ya no existen desigualdades entre las personas con discapacidad.
En este sentido, han pedido a los poderes públicos la necesidad de asegurar una atención sociosanitaria adecuada, la educación inclusiva, el acceso al empleo, la representación institucional, el cumplimiento de las leyes, la accesibilidad universal y la eliminación de estigmas sociales.
El presidente de Federación ASEM, Manuel Rego, ha puesto sobre la mesa que el colectivo de personas con enfermedades neuromusculares necesita ahora más que nunca compromiso para que sus derechos y sus necesidades sean atendidas “de verdad”.
Así, por ejemplo, ha reclamado que las terapias rehabilitadoras estén incluidas dentro del Sistema Nacional de Salud de manera integral y continuada para los pacientes con enfermedades neuromusculares y que puedan acceder a ellas por igual en todas las Comunidades Autónomas, así como fomentar la investigación biomédica en las enfermedades neuromusculares y avanzar en la búsqueda de una curación para este tipo de patologías.
De la misma manera, ha defendido la necesidad de apostar y trabajar por un abordaje sociosanitario integral y multidisciplinar, en el que la atención sanitaria, social y psicológica vayan de la mano y exigió el desarrollo y cumplimiento de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal, de acuerdo con la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2008, haciendo efectiva la prestación de la asistencia personal como una medida esencial para promocionar la autonomía personal de las personas con algún tipo de discapacidad.